La réplica de la esfinge de Guiza se encontraba a las afueras de Shijiazhuang, vecina a Pekín, y era sólo un poco más pequeña que la original, 60 metros de longitud y 20 de altura, frente a los 73-21 de la famosa estatua al pie de las pirámides de Guiza.
Con la demolición se pone fin a dos años de quejas de Egipto a la UNESCO. El Gobierno egipcio consideraba que la construcción de la esfinge china suponía una violación de la Convención sobre Patrimonio Mundial y que podría incluso afectar al turismo del país norteafricano, recogía 20minutos.
Nada tienen que ver los materiales de la original con los de la copia china de la gran esfinge de Guiza, que sustituía la piedra caliza por cemento y un armazón de acero. La construcción de la réplica china costó alrededor de 1 millón de euros.
Actualmente la esfinge china se encuentra en proceso ser desmantelada, como se muestra en la imagen, rodeada de andamios y decapitada.
Fuente: elsalvador.com
Con la noticia de su retirada, las visitas al parque se multiplicaron, donde los visitantes podían contemplarla por 10 yuanes (1,30€) además de otras réplicas como la de la pirámide del Louvre.
Paradójicamente, en China sigue existiendo otra réplica de la gran esfinge de Guiza. Está situada en la provincia oriental de Anhui, en otro parque temático, pero en este caso, tiene la cabeza policromada y cuenta con nariz, asemejándola a la que se puede encontrar a la entrada del casino Luxor en Las Vegas.
Pueden copiarla, pero ninguna réplica podrá alcanzar la fascinación que genera esta monumental escultura, testigo silencioso de la historia del ser humano.